domingo, 4 de mayo de 2014

CADA NACIMIENTO IMPLICA UNA MUERTE Y CADA MUERTE IMPLICA UN NACIMIENTO






EN TODA LA CREACIÓN,
SOLO EL SER HUMANO SUFRE A CONSECUENCIA DE LA VEJEZ;
DE HECHO, LA CREACIÓN NO CONOCE LA VEJEZ,
SOLO SABE MADURAR,
CONOCE EL DESARROLLO.


SABE QUE HAY UN MOMENTO PARA BAILAR Y PARA VIVIR TODO LO INTENSAMENTE QUE SE PUEDA,
Y OTRO MOMENTO PARA DESCANSAR.


LAS HOJAS SECAS DEL ALMENDRO QUE ESTÁ JUNTO A MI CASA
NO HAN MUERTO,
SIMPLEMENTE QUIEREN DESCANSAR,
MEZCLARSE Y FUNDIRSE CON LA MISMA TIERRA DE LA QUE HAN NACIDO.


NO HAY TRISTEZA NI DOLOR,
SINO UNA PAZ INMENSA POR PODER DESCANSAR EN LA ETERNIDAD.


ES PROBABLE QUE VUELVAN OTRO DÍA O EN OTRO MOMENTO,
ES POSIBLE QUE TOMEN OTRA FORMA,
QUE FORMEN PARTE DE OTRO ÁRBOL.


Y VOLVERÁN A BAILAR, VOLVERÁN A CANTAR;
VOLVERÁN A DISFRUTAR DE ESTE MOMENTO.


LA EXISTENCIA SOLO CONOCE UN CAMBIO CIRCULAR
QUE VA DEL NACIMIENTO A LA MUERTE,
Y ES UN PROCESO ETERNO.


CADA NACIMIENTO IMPLICA UNA MUERTE,
Y CADA MUERTE IMPLICA UN NACIMIENTO.


A CADA NACIMIENTO LE PRECEDE UNA MUERTE,
Y A CADA MUERTE LE PRECEDE UN NACIMIENTO.


DE FORMA QUE LA EXISTENCIA NO TIENE MIEDO.


EL MIEDO SOLO EXISTE EN LA MENTE DEL HOMBRE.


OSHO